viernes, 25 de marzo de 2011

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


Veinte años después de la I Guerra Mundial, aparece la II Guerra Mundial, que provoca escenas de destrucción mucho más dramáticas. Ciudades enteras fueron arrasadas por bombardeos; millones de soldados murieron en los campos de batalla; judíos, eslavos y gitanos desaparecieron en los terribles campos de concentración alemanes.
Las causas más profundas de la guerra parecen haber sido las ganas de revancha alemana, que no aceptó jamás las imposiciones del Tratado de Versalles tras la I Guerra Mundial, las gran crisis económica que sufría el mundo, el fracaso continuo de las Sociedad de Naciones, etc.
No obstante las dos causas más inmediatas más claras son:
  • El expansionismo militar de los países fascistas-autoritarios: Japón, Italia, Alemania.
  • La debilidad de las potencias democráticas, empeñadas en mantenerse al margen de los problemas del mundo y preocupadas sólo pro sus propios problemas internos (EEUU, Rusia).
En 1936 la Alemania de Hitler firma una alianza con la Italia de Mussolini, conocida con el nombre de el “Pacto de Acero”. El mismo año Alemania firmó con Japón en Pacto Antikomintern o pacto anticomunista.
Estos estados fascistas tenían una política agresiva con la intención de ampliar sus territorios y recuperar los perdidos en la anterior guerra. Este expansionismo, y sobre todo el alemán fue el que acabó desencadenando la guerra.
Francia y Gran Bretaña no querían detener este expansionismo. En la Conferencia de Munich (1938),,donde se reunieron con Hitler y Mussolini acabaron concediendo algunos territorios a éstos con tal de preservar la paz.
Hitler exigió que le devolvieran la ciudad de Danzig y las tierras polacas, pero Francia y Gran Bretaña se negaron y se comprometieron con Polonia a ir a la guerra si fuera necesario. Entonces Hitler, para evitar que la URSS (Rusia) se aliara con Francia y Gran Bretaña, firmó un pacto germano-soviético, y atacó Polonia.
Francia y Gran Bretaña inmediatamente le declararon la guerra. Esta fecha se considera el inicio de la II Guerra Mundial.
Entre 1939 y 1941 se desarrolló una etapa de grandes éxitos militares de las potencias alemanas. Se debía especialmente al empleo de una táctica militar conocida con el nombre de blitzkrieg (guerra relámpago). Siguiendo esta táctica, Polonia fue vencida y ocupada en 15 días, además de Dinamarca y Noruega.
En mayo de 1940 los ejércitos alemanes desarrollaron una fulgurante campaña contra Holanda, Bélgica y Francia, viéndose sorprendidos los franceses y también los ingleses, que quedaron bloqueados . Los ingleses escaparon por el puerto de Dunkerque, pero franceses y belgas se vieron obligados a rendirse, mientras los alemanas entraban a París. Gran Bretaña se quedaba sola ante las fuerzas del eje.
La alianza germano-soviética había sido concebida por Hitler como un pacto temporal. Así, en 1941 la Alemania nazi atacaba a la URSS (Operación Barbarroja). Cogidas por sorpresa, las tropas rusas sufrieron una dura derrota. Además, Japón, que deseaba ampliar sus dominios en el Océano Pacífico, lanzó un ataque por sorpresa a la escuadra norteamericana en Pearl Harbour.
Al año siguiente se formó una alianza entre los países atacados por las potencias del eje: Gran Bretaña, Francia, China, la URSS y los EEUU.
Durante este año, las cosas empezaron a cambiar. Los japoneses perdían su superioridad naval frente a los norteamericanos; en África, los italianos también eran derrotados y en enero de 1943 los alemanes sufrían su derrota más dura frente a los rusos en Stalingrado.
Los últimos años de guerra (1943-1945) la contiendo adquirió su máxima violencia y crueldad. Los aviones de bombardeo aplastaban las ciudades europeas y la utilización de las bombas atómicas inició un nuevo sistema destructivo de consecuencias imprevisibles.
Presionados los alemanes por el Este y el Oeste, en mayo de 1945, los rusos ocupaban Berlín y se producía la rendición final.
En el Extremo Oriente, Japón, acabó rindiéndose cuando los norteamericanos lanzaron bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaky en agosto.
Durante el transcurso de esta guerra, la temible policía militar (SS y Gestapo), mantuvo el orden alemán a través del terror. Como cada vez necesitaban más soldados en los frentes, cubrían la mano de obra de sus fábricas con obreros de otros países llevados a la fuerzas, o lo que era peor, con prisioneros de guerra. Además obtenían capital saqueando los países invadidos y con la colaboración de las clases sociales ricas.
Tras la guerra, cuando las tropas rusas penetraron en Polonia y se acercaron a las fronteras de Alemania descubrieron terribles campos de concentración donde habían sido asesinados millones de hombres y mujeres. Se habló entonces del holocausto judío, pero olvidaba contar a eslavos y gitanos que sufrieron igual suerte. Este hecho representaba la teoría racista de Hitler expresada en su libro (Mi lucha).
La guerra movilizó a toda la gente. Las mujeres fueron llevadas de nuevo a las fábricas, a los hospitales, a los medios de transporte, incluso al ejército. La gente de las ciudades se vio obligada a refugiarse en las estaciones de metro o en refugios improvisados. Muchas ciudades quedaron reducidas a inmensas montañas de escombros.
Respecto a las conferencias de Paz tras la guerra, los tres grandes se reunieron por primera vez en Teherán, para aclarar que la guerra estaba ganada. La segunda conferencia fue en Yalta (1945), donde se decidieron las fronteras. Y la tercera y última conferencia tuvo lugar en Postdam. Roosvelt, había muerto y su sucesor, Truman, era anticomunista y consideraba a la URSS como un enemigo. Así que tras un tenso clima, se pusieron de acuerdo en diversos aspectos referentes a Alemania y poco más: pago de reparaciones de guerra, desmantelamiento militar y proceso de castigo a los lideres nazis (proceso de Nuremberg).
En 1945, se estructuró la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que tenía como finalidad resolver pacíficamente los problemas entre las naciones del mundo, evitando cualquier guerra.

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