jueves, 26 de abril de 2012

PROBLEMA DEL AGUA EN ESPAÑA



A finales de Agosto de 2006, las sequías vuelven a ocupar las portadas de los medios de comunicación. En España la reserva de agua en los pantanos ha vuelto a bajar situándose al 49’7% de su capacidad, frente al 63,3% de los últimos diez años. La cuenca del Segura sigue siendo la peor de España, a sólo el 12% de su capacidad; seguida de la cuenca del Júcar con el 13’8%.
El problema del agua en España viene a consecuencia de una mala distribución hídrica y un régimen de lluvias irregular que ha llevado a hablar de una España húmeda y otra seca.
Este problema se ha convertido en instrumento de enfrentamiento de unas comunidades con otras, de unos españoles con otros, en función de sus intereses propios y cálculos electorales. O utilizado por la dirección de los dos grandes partidos, PSOE y PP, como arma arrojadiza y elemento de negociación en función de su rentabilidad política, con total desprecio de los intereses populares y nacionales. Se rechazan proyectos y alternativas, no porque no sean buenas para los intereses de conjunto, sino porque las propone “el otro”. Atacan como excluyentes soluciones que pueden ser complementarias (desaladoras contra trasvases).
Por el contrario, los datos demuestran varias cosas. En primer lugar, que hay un cambio de tendencia y una creciente preocupación y mejora para un aprovechamiento integral del agua, con el desarrollo de la depuración, el ahorro, la modernización de los regadíos, la reutilización de aguas y la desalación. Y en ello las comunidades de Murcia y Valencia juegan un papel destacado. La modernización de regadíos y la mejora en las redes de distribución permitió ahorrar gran cantidad de agua en el 2005.
Si Andalucía es la comunidad que más agua consume (25’1% del total nacional) las comunidades de Murcia y Valencia están entre las que menos consumen. Y en cuanto al precio del agua, Murcia es, fuera de las islas, la comunidad que más paga por el agua, 1’41 euros por metro cúbico, seguida de la Comunidad Valenciana con 1’20 euros.
Un segundo mito que los datos derriban es el del despilfarro en la agricultura y el turismo. Más de las tres cuartas partes del agua consumida en España, sobre el 80%, se emplea para el regadío. Alrededor del 13% es consumida por el consumo humano en ciudades y pueblos y un 7% por la industria.
Agricultura y turismo son dos de las principales fuentes de riqueza del país. La manipulación de que el uso del agua en estos sectores va en beneficio de “las zonas turísticas del sur” o los campos de Murcia y Valencia, son una falacia. La riqueza que se crea en estos sectores no es “local” es una riqueza nacional que repercute en el conjunto del país, porque repercuten en dinamizar gran parte de los demás sectores, de la industria, el transporte, los servicios… ya que muchisimas empresas establecidas en Cataluña o el País Vasco, Madrid o Aragón (fertilizantes, químicas, materiales de construcción, siderúrgicas, fabricación de vehículos agrícolas o comerciales…) dependen en gran medida de los productos y bienes que necesita la agricultura o el turismo.


Dar conocimiento sobre las diferentes alternativas complementarias (desaladoras, embalses, trasvases, depuración de aguas, aprovechamiento de las aguas de lluvia, modernización de regadíos y conducciones, etc.); recoger las diferentes alternativas y puntos de vista; abordar las repercusiones del cambio climático; y aportar elementos para una alternativa nacional, científica y social es lo que debemos proponernos para tratar el problema del agua en el país.

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